Hay días en los que por mucho que sonrías, por mucho que bailes, por mucho que te demuestre la gente de tu alrededor, por muy bien que creas que te van las cosas, no puedes evitar un deje de melancolía al pararte a pensar, o sin hacerlo.
No sé por qué, no siempre hay un motivo definido, pero hoy
es uno de esos días
No hay comentarios:
Publicar un comentario